Castillo de La Estrella

Montiel

El Castillo de la Estrella

Introducción

Está situado en la cima de un cerro testigo que domina todo el pueblo de Montiel. Es un castillo roquero, que se asienta siguiendo la morfología del terreno. En su parte superior se encuentra una alcazaba amurallada, que se divide en dos recintos. De la antigua fortaleza sólo se conservan algunos lienzos de muralla, así como los restos de torres.
La fortaleza tiene un origen musulmán (s. IX-X), aunque su mayor apogeo constructivo sucede en los últimos años del siglo XII, con los Almohades, y en los primeros del siglo XIV, con la Orden de Santiago.

Esta fortaleza ha sido estudiada por Amador Ruibal, en el que nos vamos a basar para su descripción.
El Castillo, en el momento de su mayor esplendor, contaba con tres recintos autónomos: la puebla, totalmente rodeada por la barbacana; el recinto amurallado de exterior, que contenía el amurallamiento de la antigua alcazaba musulmana; y el recinto interior, construido por la Orden de Santiago a lo largo de los primeros años del siglo XIV.
Son casi inexistentes los restos de la antigua puebla y de la barbacana que lo rodeaba. De esta última es posible apreciar un resalte que corre a media ladera del cerro y lo rodea por completo, quedando extramuros la Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella.

El recinto externo, de origen islámico, es la parte más antigua del Castillo. Está construido con tabiya árabe, cal y canto y tapial. Fue reforzado por los cristianos, tras su conquista alrededor del año 1227. Los lienzos de esta cortina tenían unos 288 m. de longitud, que actualmente son difíciles de observar (salvo a ras de suelo). Lo que si conservamos son restos de las once torres que lo jalonaban. Está situado en la cima de un cerro testigo que domina todo el pueblo de Montiel. Es un castillo roquero, que se asienta siguiendo la morfología del terreno. En su parte superior se encuentra una alcazaba amurallada, que se divide en dos recintos. De la antigua fortaleza sólo se conservan algunos lienzos de muralla, así como los restos de torres.

La fortaleza tiene un origen musulmán (s. IX-X), aunque su mayor apogeo constructivo sucede en los últimos años del siglo XII, con los Almohades, y en los primeros del siglo XIV, con la Orden de Santiago.
Esta fortaleza ha sido estudiada por Amador Ruibal, en el que nos vamos a basar para su descripción.
El Castillo, en el momento de su mayor esplendor, contaba con tres recintos autónomos: la puebla, totalmente rodeada por la barbacana; el recinto amurallado de exterior, que contenía el amurallamiento de la antigua alcazaba musulmana; y el recinto interior, construido por la Orden de Santiago a lo largo de los primeros años del siglo XIV.

Son casi inexistentes los restos de la antigua puebla y de la barbacana que lo rodeaba. De esta última es posible apreciar un resalte que corre a media ladera del cerro y lo rodea por completo, quedando extramuros la Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella.
El recinto externo, de origen islámico, es la parte más antigua del Castillo. Está construido con tabiya árabe, cal y canto y tapial. Fue reforzado por los cristianos, tras su conquista alrededor del año 1227. Los lienzos de esta cortina tenían unos 288 m. de longitud, que actualmente son difíciles de observar (salvo a ras de suelo). Lo que si conservamos son restos de las once torres que lo jalonaban. Éstas se levantan sobre la roca que hace las veces de cimentación, predominando la tipología de torre cuadrada de mampostería en la base y tapial en el alzado. Este recinto rodeaba toda la meseta superior del cerro, salvo su parte oeste, defendida por un acantilado rocoso que no precisa defensa artificial.

El recinto interno, con una longitud de 248 m., tiene una superficie de 2600 m ². Su planta tiende hacia el ovalo. Esta plataforma está colmatada por los derrumbes de las distintas construcciones del interior. La traza de los muros sigue un plano regular. La mampostería se alterna con sillares y ladrillos. De esta zona conservamos las mejores muestras de lo que fue la fortaleza, pues los frentes norte y sur aún conservan grandes partes de lienzos y torres.

El área norte es la que mejor se conserva de todo el Castillo, por lo que es posible la comprensión e identificación de sus elementos. Se encuentran restos de seis cortinas de la muralla, unidas por torreones de distinta tipología. Existen restos de tres torres cuadradas, que eran habitables y constaban de tres pisos. Aún se pueden observar partes de sus bóvedas arruinadas. Las torres semicirculares sirvieron de refuerzo al muro en detrimento de la función defensiva, aunque algunos autores ven en esto un intento de decorar los muros. En este mismo frente hay un torreón cuadrado que ha perdido su gemelo en el frente sur. Ambos sirvieron para defender la entrada principal del Castillo desde el patio de armas.

La zona sur conserva parte de las cortinas que formaran originalmente su trazado. Se pueden apreciar las ruinas de tres torres, e incluso se atisba la presencia de una cuarta. El extremo sur cuenta con una pequeña torre cuadrada maciza, que da a una gran torre que sobresale hacia el exterior del lienzo de muralla. Ésta ha perdido la división en estancias, pero hubo de tener varios pisos. Así lo demuestran los arranques de las bóvedas de ladrillo, así como algunas saeteras apreciables en su parte superior. A continuación se dispone otra torre cuadrada arruinada, empleada también como habitación. Así lo atestiguan tanto las evidencias de sus tres pisos como los arranques de sus bóvedas de ladrillo. En este frente también estuvo situada la torre del homenaje, de la que hoy en día no resulta posible apreciar nada. En la visita de la Orden de Santiago de 1478 se la describe así:

“…esta torre del homenaje es mucho buena, toda de cal y canto, asentada sobre una penna e tiene grueso muro en la cual ay dos bovedas, una sobre otra, en las cuales en cada una ay tres apartamientos y sube de boveda en boveda hasta lo alto de la dicha torre por una escalera de piedra fecha en gordo del dicho muro, y lo alto de la dicha torre esta petrilado e almenado salvo un grand pedaço de ella que esta caydo de hasya la villa…”

Las fortificaciones del Campo de Montiel (ss. VIII al XVI)

UNIVERSIDAD DE CASTILLA-LA MANCHA
Facultad de Letras | Departamento de Historia | Área de Historia Medieval
David Gallego Valle

Dentro del Castillo se encontraban diversas dependencias, entre ellas una ermita dedicada a Santiago Apóstol, de la que no se puede reconocer nada actualmente. Todas esas dependencias de las que hablan las fuentes podrían salir a la luz con una excavación arqueológica del lugar.
En las Relaciones Topográficas de Felipe II se describe el Castillo:

“…en lo alto de el esta una fortaleza antigua grande de muchos edificios de argamasa e ladrillo con una torre principal, que se llama la torre Homenaje e que el dicho castillo esta fundado sobre unas peñas…para la entrada de la dicha fortaleza… en el barbacana, que es una cerca la puerta el palo en la cual había una torre e adelante para entrar en los principal de la fortaleza había a la puerta el hierro, e mas adelante otra puerta que se llamaba la puerta el patio que todas estas puertas habían de pasar para entrar en la dicha fortaleza e antes de la barbacana había una cerca de mampuesto que venia a media cuesta e se guiaba desde el pie de la torre el homenaje a dar a la iglesia vieja que le nombraban Nuestra Señora de la Estrella…; hay dentro de la dicha fortaleza una iglesia de boveda muy principal donde esta una imagen de alabastro de señor Santiago del Espada, hay en la dicha fortaleza en el asiento de ella aljibes, pozos, mazmorras e otras muchas cosas de servidumbre e defensa de la dicha fortaleza muy importante e notables..”

En el mismo documento se habla del estado de ruina que ya se daba en la fortaleza:

“…el dicho castillo… de presente no tiene alcaide de residente y el cargo de el lo tiene y siempre lo ha tenido el Comendador desta villa e antiguamente hasta que podia haber treinta años poco mas o menos tiempo tuvo alcaide residente y en el habia muchas armas de diferentes maneras e brojos de yerro e tiros de artilleria todo para defensa de guerra e guarda del castillo e que todas estas armas e tiros faltan en la dicha fortaleza e los encasamentos de dentro donde habia una cocina e otros aposentos e caballerizas todo esta hundido e dello falta mucha cantidad de madera, clavazon e ladrilos que no se sabe quien es cargo de ello…, e por descuido de los Comendadores e sus alcaldes ha venido en quiebra e daño la dicha fortaleza e sus edificios …”
Después de la Batalla de las Navas de Tolosa, en tiempos de Alfonso VIII, Montiel quedó definitivamente integrado en el Reino de Castilla. En el año 1227 Fernando III concedió San Pablo y Montello a la Orden de Santiago. Montiel perteneció a esta Orden hasta que el fraile Pedro Ruiz de Sandoval lo dejó en manos de Don Pedro I de Castilla. Esta zona fue escenario de continuas batallas entre moros y cristianos, quedando desierta, por lo que la Orden concedía a las personas que habitasen estos lugares privilegios durante 10 años. En este castillo se refugió el rey Don Pedro I de Castilla, más conocido por “El Cruel” o por “El Justiciero”, después de ser derrotado por su hermano bastardo Don Enrique de Trastámara el 14 de marzo de 1369, con los pocos leales que le acompañaban, quedando sitiado durante nueve días por las huestes de su hermano Don Enrique. En la noche del 23 al 24 de ese mismo mes y año entró en tratos con el traidor Bertrand Duguesclin, los dos hermanos lucharon entre sí, y Pedro I murió.

De aquel drama quedó la frase pronunciada por el criado de Enrique de Trastámara, Duguesclin, partícipe en el desenlace: “Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”. El rey muerto quedó enterrado en Montiel hasta 1374 y desde entonces descansa en Sevilla. En 1974 el pueblo erigió un monolito en recuerdo de Pedro I.

Historia y curiosidades

El Castillo de Montiel

El castillo de La Estrella fue construido por los árabes en el siglo IX, y reformado en el siglo XIII, después de ser conquistado por los cristianos en el año 1226, cerraba el paso al reino taifa de Jaén.

Fue una de las fortalezas musulmanas más poderosas de la zona. Tras la aparición en 1214 de la Orden de Santiago en tierras del Campo de Montiel, los caballeros santiaguistas comenzaron la campaña de su conquista con ataques desde el recién conquistado y cercano Castillo de Torres de Xoray (Eznavexore).

La resistencia musulmana fue tan dura que la Orden tuvo que levantar un castillo prácticamente enfrente de él, San Polo, para facilitar la seguridad y el asedio de los sitiadores. Finalmente, tras duras campañas, la fortaleza caería en manos cristianas definitivamente.

La fortaleza musulmana era tan poderosa y contaba con tan buenas defensas que, se cuenta que, cuando todos los castillos musulmanes de su entorno ya habían caído en manos cristianas, y el avance de reconquista ya estaba en el Guadalquivir, Montiel aún no había sido sometido.

Después de la conquista cristiana de la fortaleza, la Orden de Santiago la reforma y refortifica hasta hacerla prácticamente inexpugnable, dándole el nombre de La Estrella.

Su planta, ovalada e irregular, tiene un perímetro de unos 300 metros y ocupa una superficie de unos 6.000 metros cuadrados.

Esta gran fortaleza tuvo dos recintos que formaban el castillo propiamente dicho, y de ellos quedan abundantes vestigios, especialmente del recinto interno. El exterior, adosado en dos de las caras del cerro a la empinada roca casi cortada a pico, que sirve de base al recinto principal, está realizado parcialmente en material más pobre que el interno, pues es de cal y canto y tapial. Su factura parece en algunas partes de origen islámico y su trazado se correspondería con el recinto primitivo. Predominan en él los torreones cuadrados y los restos de sus muros están adosados a las rocas que le sirven unas veces de cimiento y otras de refuerzo natural.

El recinto interno es producto de las modificaciones realizadas en la estructura primitiva por los caballeros de la Orden de Santiago probablemente a finales del siglo XIII o principios del XIV. Es de buena cantería que encubre un núcleo de cal y canto. Conserva todavía grandes restos de sus murallas y torres, vestigios de cámara y bóvedas.

Fue habitado hasta los primeros años del siglo XVI. Los expoliadores excavaron en él durante mucho tiempo para buscar objetos de valor pero, según parece, no encontraron nada.

( Fuentes: CastillosNet - ArquitecturaViva - ListaRojaPatrimonio )

Los trabajos arqueológicos en el yacimiento se iniciaron en 2012, financiados por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Montiel, la fundación Castillo de la Estrella y la Universidad de Castilla-La Mancha, con múltiples objetivos pero principalmente, localizar los restos arqueológicos de la batalla, acaecida en 1369, y la excavación del castillo donde se refugió Pedro I.

A finales del año 2021, en su interior, los arqueólogos descubrieron un espacio, posiblemente una herrería o un almacén, donde se descubrieron un conjunto de elementos metálicos fechados en su mayoría en el siglo XIV.

Igualmente, se halló la estructura de un templo de la Orden de Santiago construido en la segunda mitad del siglo XIII para dar servicio a “freires caballeros, sergents y el personal auxiliar”, según los textos de la época. Se construyó con planta rectangular de 30 metros de longitud y 8 de ancho, fue levantado en mampostería y sillería con cubiertas de bóveda de ladrillo y contaba con una sacristía en la torre. Estaba precedido de un pórtico tripartito del que se conserva tanto el acceso columnado de la entrada como un enlosado que antecede a un amplio banco corrido.

Recreaciones Históricas, Montiel-Medieval

- Abril de 2018 -

La Tragedia de Montiel

A los pies de este castillo ocurrió la llamada Tragedia de Montiel. En ella pelearon, cuerpo a cuerpo, los aspirantes al trono de Castilla y hermanos, Pedro I el Cruel y Enrique de Trastámara, y se decidió la suerte de una larga guerra civil que asoló el reino castellano en el siglo XIV.

Tras la batalla librada entre ejército castellano-granadinos (alianza de Pedro I) y castellano-franceses (alianza de Enrique de Trastámara), el rey Pedro se refugió en el castillo después de ser derrotado. Buscó una escapatoria intentando negociar con el mercenario francés Beltrán Duguesclín, ofreciéndole dinero si se unía a su bando.

Pero este mercenario le contó a Enrique los planes de su hermano. Finalmente, la noche del 23 al 24 de marzo, ambos monarcas se encontraron en la tienda del vencedor, enzarzándose en una pelea.

Duguesclín, que estaba presente, sujetó a Pedro, con la célebre frase: "ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor", y gracias a esta ayuda Enrique pudo apuñalar a Pedro, matándolo, y proclamándose rey de Castilla. Desde entonces el fallecido Pedro ha tenido dos motes: el Cruel, que le dieron sus enemigos, y el Justiciero, sus partidarios. Su cuerpo quedó enterrado en Montiel hasta 1374 y desde entonces descansa en Sevilla. En 1974 el pueblo erigió un monolito en su recuerdo.

En la lucha intervinieron ejércitos de Navarra, Aragón, Portugal y Granada, además de caballeros de las órdenes de Santiago y Calatrava y fuerzas inglesas, francesas y mercenarios italianos que tomaban parte por uno u otro bando.

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Castillo de La Estrella, Montiel

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